El dormitorio es uno de los lugares más importantes de la casa, porque dormir es muy importante para nuestra salud y bienestar. Sin embargo, a la hora de reformar o cambiar el interior, para ahorrar dinero, mucha gente sacrifica esta habitación o no la planifica del todo bien. Hoy veremos cómo organizar el dormitorio y qué comprar en él, para que esta habitación te ayude a descansar y dormir bien.
Utiliza colores que te resulten cómodos en el interior
Los diseñadores suelen aconsejar elegir colores pastel tranquilos para los dormitorios y evitar los colores que irritan la vista: supuestamente impiden conciliar el sueño. Sin embargo, a algunas personas el azul intenso les ayuda a relajarse, mientras que para otras es importante despertarse sintiéndose despiertas, a lo que contribuye el rojo vivo. Una pared brillante de acento en el dormitorio es bastante aceptable: lo principal es que el tono elegido te guste, te levante el ánimo y te ayude a sentirte más tranquilo. Sin embargo, un derroche de colores y texturas es mejor dejarlo para el salón o la cocina.
Cuelga cortinas o estores opacos
La oscuridad es muy importante para un sueño de calidad. Los científicos afirman que incluso un reloj con mucha luz puede afectar a la cantidad de sueño profundo, que es lo que nos ayuda a dormir bien. Por eso es importante que los habitantes de las grandes ciudades que nunca duermen eviten la luz de las farolas y las lámparas de escritorio por la noche. Las cortinas opacas pueden ahorrarte luz innecesaria: elige las más densas para el dormitorio.
Cuida la iluminación
La luz en el dormitorio debe ser cálida, suave, con un matiz amarillento: ayuda a relajarse, a olvidar las preocupaciones del día y a prepararse para dormir. Es la luz que encontramos en la naturaleza al atardecer y al amanecer. Así que sustituye todas las bombillas: las de luz blanca brillante deben trasladarse al baño o la cocina.
Además, es importante que el dormitorio tenga varias fuentes de luz: además de una gran lámpara de araña, necesitas lámparas de cabecera o apliques que puedan apagarse fácilmente sin levantarse de la cama. Una lámpara de pie en el rincón también creará un ambiente acogedor y relajado: puede encenderse por las noches en lugar de la brillante iluminación del techo.