Y nada de parásitos.
De vez en cuando, la ropa de invierno debe guardarse… en la nevera un par de noches. Esto previene muy bien todo tipo de bichos y pequeños parásitos, no indiferentes al hilo, la lana y otros tejidos densos. Después de que la cosa repose en la nevera, sacúdela bien y repásala con un cepillo.
Intenta reorganizar la ropa de tu armario más a menudo y no guardes en el mismo estante cosas que te pones a menudo y otras de las que ya te has desenamorado. Muchos bichos están deseando instalarse en un jersey que nunca te has puesto esta temporada o en el fondo del cajón de tu cómoda.
P.D. Las bolas de naftalina de la abuela, por cierto, no tienen cabida en tu armario. Cose una bolsa con un trozo de tela y mete en ella un manojo de lavanda seca. Su aroma no sólo ahuyenta a los parásitos que devoran los tejidos, sino que también da a las prendas de punto un aroma fresco.
