Una persona enamorada se centra en la atracción física y la idealización de la pareja. Es egoísta, por lo que presta poca atención a las necesidades de los demás.
Muchas relaciones terminan cuando la pareja no consigue pasar de la etapa del enamoramiento a la del amor. Durante el enamoramiento, las personas no se dan cuenta en absoluto de los defectos de la pareja, o simplemente prefieren cerrar los ojos ante ellos. Pero cuando las emociones brillantes se calman, la persona puede por fin evaluar adecuadamente las cualidades positivas y negativas de su pareja. Si consigue aceptar los defectos del otro, la relación continúa. Si uno de los miembros de la pareja tiene una actitud extremadamente negativa hacia algunos rasgos de carácter ajenos, y el otro no va a cambiar para mejor, la pareja tiene que separarse.
Sin embargo, la relación puede conservarse si se contacta a tiempo con un psicólogo familiar. Él realizará una consulta de pareja y explicará cómo un hombre y una mujer pueden aceptar plenamente la personalidad real, no idealizada, del otro.
Características de la psicoterapia familiar:
La principal tarea de un psicólogo familiar no es resolver los problemas personales de cada miembro de la familia, sino establecer una comunicación eficaz entre los miembros de la pareja, enseñarles a gestionar los conflictos y reforzar el entendimiento mutuo. El psicólogo estudia la familia como un sistema complejo de relaciones entre distintas personas. El objetivo del especialista es armonizar el funcionamiento de este sistema. En un diálogo abierto, explica a los clientes qué disfunciones hay en su estructura familiar.
